Imagínese, a 200 metros de altitud, en el corazón de los bosques, un magnífico anfiteatro sobre preciosas aguas subterráneas que hidratan naturalmente los cultivos, incluso en caso de sequía prolongada… Una situación ideal, atestiguada desde hace siglos por el nombre del lugar donde se encuentra el viñedo: «Favori».

Se dice que el rosado se inventó en Provenza. En cualquier caso, los romanos ya habían plantado allí sus vides para elaborar rosado, los templarios desarrollaron la agricultura en la región, que luego experimentó un tremendo auge poco antes de la era napoleónica, como demuestran los kilómetros de restanques (muros tradicionales hechos con piedras de la zona) y los restos de sistemas de drenaje y riego que jalonan la finca. Generaciones de viticultores han perpetuado este rico pasado, vendiendo sus cosechas a un comerciante local. En 2019, Château Favori renueva esta tradición de excelencia lanzando su propia cuvée.